martes, enero 24, 2006

LA VUELTA AL UNIVERSO



Bruno Marcos

Algunas quejas por el abandono del blog me hacen replantearme volver a él y a sus pequeños pensamientos.
A. aparece, momentos antes de ser deglutido y dotado de un poder muy peculiar. Ha tenido la astucia de colocarse en el foco del cuadro allí donde el horror vacui de los mass media recluta a los más despistados productores de algo. Muy simbólicamente se puso delante de una cámara a grabar a una cámara. Al final, el tautológico arte conceptual le ha servido para algo.
Le digo que está a punto de ser absorbido por la imagen que creó para sí mismo y me ataca con lo del blog, que es que yo quiero reducir -o ampliar- a todo bicho viviente a personaje.
Como buena víctima se resiste, incluso, a ser personaje literario. ¿Qué hay de malo en ello? Ya les gustaría a muchos. Y va y me dice: “he leído tus últimos blogs, ¿y esa nostalgia?”. ¿En qué mundo vivimos, señores, en el que la nostalgia es un sentimiento extraño por el cual se pregunta como si fuera más incómoda su irrupción en la cotidianeidad que la de la ira o el odio? En fin, que no tuve respuesta.
Dice que el OVNI piensa triunfar con una acción invasora de niños artistas banales, frescos, exóticos y desconocidos, que quedarán sellados de por vida con el marchamo extraterrestre. Está convencido de que lo lograrán por tratarse de una operación de marketing probada en un solo individuo. Yo creo que lo único que se propone es –será- gestionar la ansiedad. El mercado está lleno de ansiedad. ¿Qué quedará a cien, a mil años vista de estas aventuras? ¿Acaso personajes literarios? Pero, él me podría contestar como el de r., cuando le digo que su romanticismo por el libro, como objeto, le impide asomarse a las cosas más fascinantes que están ocurriendo ahora y que –según yo- son las que pasan en internet,: “...¿qué me importa a mí? –dice- ...que el libro no existirá dentro de cien años, para entonces, estaré criando malvas”. Yo le respondo: “Todos tus libros los llevarán no a una biblioteca sino a un museo, y no para leerlos sino para verlos, para mirarlos como una cosa rara que leía uno que además era de r.” Me acusa de ser más malo que Rastriello, el de los diarios.
Minutos más tarde subo y encuentro a una alumna en el pasillo y me dice que él la ha expulsado. Voy al aula, abro de golpe y le sorprendo con las manos en la masa: mi blog abierto, la ventanita de los comentarios también abierta, media frase escrita y los dedos en el aire, congelados por el susto. De pronto, entre inconscientes carcajadas, toda la distancia literaria recortada hasta desaparecer en brazos del espacio, toda la magia evaporada como en un acto de puro vitalismo que, incluso Heideggerianamente, nos devuelve al ser y al tiempo. ¿Sería, en nuestras pequeñas vidas cotidianas y estrafalarias, el -tan cacareado por mí- fin de la literatura,de todas las artes? Encontrarse el escritor y su comentarista en el mismo espacio y en el mismo tiempo: Dos hombres para decirse algo dando toda la vuelta al universo.

22 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Mi querido tecnócrata recibo con alegría tu vuelta a tu diaria nostalgia y ese quejido existencial que conforman este universo de palabras que es un blog.

enero 25, 2006 8:55 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

cada día te pareces más a lo que quisiste ser y nunca fuiste

enero 25, 2006 8:58 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

libris forever!!!cada uno ejerce la nostalgia a su modo

enero 25, 2006 9:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

estas crónicas tan ingenuas y transparentes nos hacen olvidar por un momento nuestra trágica existencia.

enero 25, 2006 9:05 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

que fácil es ser trapecista con RED

enero 25, 2006 9:09 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

que fácil es ser trapecista con RED

enero 25, 2006 9:09 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

que fácil es ser trapecista con RED

enero 25, 2006 9:09 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

viva la imprenta!

enero 25, 2006 9:13 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

viva la REd que nos llena los huecos que nos dejan la lectura de los libros

enero 25, 2006 9:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

NO

enero 25, 2006 9:17 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

EL ESPÍRITU rastriellano sopla en este artículo

enero 25, 2006 9:19 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

cuervo postmoderno que te posas en el árbol del conocimiento para enterrar tu nostalgia

enero 25, 2006 9:23 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

los libros no me impiden asomarme al universo,casi todos los días abro la POSTventana y hago mis deberes con la responsabilidad del incosciente sabiendo que mientras haya un sólo lector este blog no tendrá los días contados como los pelos de tu cabeza,Jeremias.

enero 25, 2006 10:02 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

esto no funciona !!!

enero 25, 2006 10:04 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

esto no funciona!!!!

enero 25, 2006 10:04 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La nostalgia no tiene nada de extraño, es un síntoma de lo débil, muy de moda hoy en dia. Es administrada por los mismos que administran la muerte y queda lejos del recorrido emocional del lumpen. Pertenece a los pequeño- burgueses y es la expresión más ñoña de la memoria. Crea monstruos "fantasmáticos".

enero 25, 2006 10:22 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Blissett, tu eres un pequeño burgues bloggata. La nostalgia es un sentimiento que nos quiere devolver a lo que creemos que algun día fue nuestro: la memoria.

Nada nos pertenece.

PD: ¿Qué coño es el recorrido emocional del lumpen?

enero 25, 2006 12:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ambos tenéis razón pero al revés. La nostalgia es una capitalización de la experiencia igual que el relato es una apropiación de la verdad a través del pequeño distanciamiento del que se habla: (quien cuenta la historia es el que tiene la última palabra)...pero también es una forma de resistencia como el humor...blisset no debe confundir una nostalgias con otras, ni simplificarlas... las que no tienen humor y risa de uno mismo no son iguales a las automitificadoras...

enero 25, 2006 4:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Me preguntas qué es el lumpen? El diccionario de Grimm los describió como una clase de desterrados sociales en su totalidad, como chusma: “un populacho desaliñado, una horda de sinvergüenzas, de malvados, vagabundos”. Con lo del recorrido emocional del lumpen afirmo que en el capítulo de emociones que identifican este compendio de seres humanos no existe la nostalgia, porque no cabe en la dinámica existencia-resistencia...

enero 25, 2006 8:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

atribuirles un estado consciente a los integrantes del lumpen de existencia-resistencia ¿no será fantasear con una ingencia de intelectuales proletarios muy inencontrables?

enero 25, 2006 11:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No. Su propia existencia es la resistencia.

enero 28, 2006 9:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No necesitan de teóricos que la justifiquen.

enero 28, 2006 9:46 p. m.  

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